En 1979 se eliminan las reses adquiridas y se incorpora a la ganadería un lote de 170 hembras y un semental de Carlos Urquijo de Federico, de pura sangre Murube.
El matador puso la ganadería a nombre de su esposa. Fue la primera adquisición de reses murubeñas por parte de “Niño de la Capea” ya que nueve años después siguió apostando por esta sangre al adquirir la ganadería de José Romero, formada con reses murubeñas compradas a Antonio Ordóñez cuatro años antes.
Esta última ganadería se puso a nombre de los hijos del matador, los hermanos Pedro y Verónica Gutiérrez Lorenzo.
En el año 2003 Pedro Gutiérrez Moya, Niño de la Capea, compró la ganadería de los Hermanos Rueda, que anunció San Pelayo, a la que se adscribieron reses de Carmen Lorenzo.